San Isidro Labrador madrileño y hombre de campo trabajó con gran amor con unos bueyes arando.Siempre feliz y contento y por un amo mandado acudía a los terrenos para muy bien trabajarlos. Por ello supo ganarse del amo mucha atención y de todos granjearse afecto y admiración. Y como era cumplidor y al amo favorecía, terrenos a su favor llegó a dejarle en su día. El terreno que a él cediera el amo por atención, los mejores frutos fueran como milagro de Dios. En casa todo era paz. El rosario se rezaba, con mucha felicidad en su hijo Juan se miraban. Pero un día quiso Dios que algo triste sucediera, a un pozo Juan cayó, San Isidro le salvó demostrando lo que era. |
miércoles, 16 de mayo de 2012
SAN ISIDRO LABRADOR.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario